lunes, 6 de junio de 2016

La mansión Winchester

Sarah L. Winchester nació en septiembre del 1839 de en New Haven, Connecticut. Ella era de una belleza sorprendente, así como talentosa. A pesar de su pequeño tamaño, Sarah era muy conocida entre los jóvenes. 
Pero al final le conquistó el corazón, un joven con el nombre de William Wirth Winchester y se casaron el 30 de septiembre de 1862 en New Haven. Cuatro años más tarde, Sarah dio a luz por primera vez, era una hermosa niña que había nacido el 12 de julio de 1866, pero en pocos días contrajo una enfermedad infantil y murió. Sarah se negó a intentar tener mas niños pues el dolor que sufría era abismal. Seis años después, la tragedia golpeó otra vez cuando su marido murió de tuberculosis pulmonar.
Después de sufrir el dolor emocional de la muerte de su única hija y su marido, Sarah estuvo motivada por una amiga para ir a un sesión espiritista de una medium; en esta sesión la explicaron que su familia fue maldecida por todos aquellos que fueron asesinados por el rifle winchester y que ahora estaban buscando venganza. 

Esta maldición se llevó la vida de su marido y su hija y pronto la llevaría también a ella. También se la informó a Sarah que ella tenia que construir un hogar para ella y los espíritus y no parar nunca la construcción, así ella estaría lejos de cumplirse la maldición.
Poco después de salir de la sesión de espiritismo, Sarah vendió su casa y se mudó a california donde encontró una casa de 6 HAB. Actualmente en construcción. El Dr. Caldwell era su actual dueño entró en negociaciones con ella hasta que finalmente le convenció para vender la casa y los 162 acres de tierra. 

Ella reclutó a los trabajadores locales para hacer la construcción de su nuevo hogar. Sarah tenía 22 carpinteros trabajando en su casa durante todo el año, 24 horas al día. Nunca hubo ningún conjunto de planes para la construcción de la casa. Cada día, Sarah se reuniría con el capataz y ve a lo largo del día es el plan que había dibujado.
Había una serie de anormalidades: escaleras que no llevaba a ningún lado, armarios que abrían sus puertas a las paredes, puertas trampa, dobles pasillos, tragaluces que se encuentra uno encima de otro. Y era muy obvio que estaba obsesionada con el número " 13." Hay muros que contaba con 13 paneles, casi todas las ventanas contenía 13 lunas de cristal, el invernadero tenía 13 cúpulas, muchos suelos de madera contenía 13 artículos, etc. La razón era para confundir a los malos espíritus. 

Era un laberinto diseñado para ellos. Todo parece estar yendo genial hasta el evento inesperado. El Terremoto de San Francisco de 1906 destruyó la mayor parte de la casa. Sarah lo tomé como una señal de que los espíritus estaban enfadados que la casa estaba casi terminada. Entonces ella tapió 30 habitaciones para mostrar que la casa nunca se iba terminar y también para atrapar a esos espíritus que se habían quedado atrapados después del derrumbe de la casa durante el terremoto.
Lamentablemente, el 4 de septiembre de 1922, Sarah Winchester murió en su sueño a los 83 Años de edad; su herencia se la dejó todo a su sobrina, Frances Marriot. A pesar de que la cuenta bancaria de Sarah disminuyese a lo largo de los años, hubo rumores de que había una caja fuerte que contenía una fortuna de joyas y varios objetos de oro que nadie ha podido encontrar.
Esta casa es tan laberíntica, que nadie puede realmente tener una estimación correcta sobre de cuántas habitaciones consta realmente la mansión Winchester. Algunos han llegado a 145, otros dicen 160. En las mudanzas que tuvo, llevaron casi seis semanas solo para quitar todos los muebles de la casa. Ahora la casa es considerada con tener posibilidad de convertirse en un monumento histórico de California y está registrada en el servicio de parques nacionales.
Quienes han visitado la mansión Winchester dicen que está todavía se escuchan ruidos. No sólo por
otros espíritus, sino por el fantasma de Sarah. Hay historias de gente escuchando pisadas, golpes en las paredes, e incluso los sonidos de la construcción. Esta casa le dio la inspiración para el escritor Stephen King en la novela "Rose Red".

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