sábado, 4 de junio de 2016

El hotel del relax



El imponente hotel Baker en Mineral Wells, Texas, data del 1929, cuando el comienzo de una nueva era donde los rascacielos se convertían en una característica muy común de los Estados Unidos. Conocido por ser el primer rascacielos que se construyó en las afueras de una gran área metropolitana, el hotel abrió sus puertas dotado de 14 pisos.
En ese momento, era un proyecto muy ambicioso. Costó más o menos un millón y cuarto de dólares para poderse construir (eso fue más de 16 millones de dólares con la inflación) pues fue diseñado para aprovechar las aguas curativas que dio nombre a la ciudad. 

El abandonado hotel había incorporado los primeros ejemplos de comodidades modernas, como aire acondicionado, agua helada, una olímpica piscina y un sistema automático de luces.
El Hotel abrió sus puertas, sólo unas pocas semanas después de que el mercado de valores se estrellase, pero logro ir sobreviviendo con clientela adinerada y visitas de los más famosos actores, músicos y otras celebridades. A lo largo de la década de 1930 fue conocido por un confortable Spa añadido a sus instalaciones.
Pero los buenos tiempos no duraron para siempre. En la década de 1940 dio comienzo el fin del gran hotel y su famoso Spa. Con los avances en la medicina moderna, incluida la conocida penicilina, cada vez menos personas fueron poniendo su fe en las propiedades curativas de los manantiales en torno a la cual la ciudad de Mineral Wells había crecido.
Durante los años de la guerra, el descenso se detuvo temporalmente por la apertura de una base militar cercana al negocio, ya que le dio un impulso. Pero al final de la guerra, las personas que habían vivido allí por necesidad, se terminaron marchando.
El hotel fue poco a poco en descenso hasta 1972, cuando por fin sus puertas se cerraron. En el 2010, los esfuerzos por volver a abrir, o al menos recuperar el hotel abandonado a algo de su antigua gloria comenzó en serio.
Tal vez no resulte sorprendente pero teniendo en cuenta su enorme tamaño cerrado, y las amplias formas con interminables pasillos y salones en silencio; el hotel abandonado Baker es considerado como un epicentro de la actividad paranormal.
Muchos de los que alguna vez trabajaron allí afirman y describen, los numerables acechos (se dice que  comenzaron antes
incluso de que el hotel estuviese abandonado) con coincidencias, sobre todo, de la mujer-fantasma del 7º piso. Personal informó de que una mujer parecía estar en una suite en la esquina sureste del hotel, sumando casos de olores a perfume o encontrarse las gafas marcadas con lápiz labial rojo, cuando no había nadie alrededor de la zona.
Supuestamente, es el espíritu de la amante del gerente del hotel, que acababa de suicidarse saltando desde la azotea del edificio. Algunos creen que su fantasma continúa a pie los pisos vacíos del hotel hasta al día de hoy, dicen seguir escuchando el sonido de los tacones altos haciendo eco a lo largo de todo el edificio abandonado en sus oscuras salas vacías.

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